Comencé este artículo tratando de hacer una reseña, intentando, como “buen adulto” contextualizarte, impulsando tu imaginación a pensar una situación que te hiciera sentir mal, para luego pedirte recordar el beso más tierno que recuerdes que te dio tu papá, tu mamá o quien hayas tenido la suerte que estuviera a tu lado al crecer, y hacer así contra peso a la situación, pero creo que no es necesario, te pido algo ahora, cierra tus ojos, piensa en ese beso y abrazo que te dieron paz.
Sí, lo sé, da mucha paz.
Yo crecí con mis abuelitos y mi mamá, en momentos breves pero muy lindos compartí con mi papá y todos tuvieron algo en común me mostraron su amor con un beso.